Las grullas de Gallocanta emprenden el vuelo al fin tras los últimos días de frío extremo
El frío y la nieve de las últimas jornadas había
impedido a cientos de grullas continuar su viaje hacia el norte de Europa y las
aves migratorias llevaban varios días recaladas en la laguna de Gallocanta
esperando que amainase el temporal.
Tal como informa el diario Heraldo, este sábado, por
fin, las grullas que quedaban en la laguna han emprendido el vuelo de nuevo y
han abandonado este oasis natural que se encuentra en nuestro territorio.
Así lo ha comunicado el Centro de Interpretación de
la Laguna de Gallocanta a través de un tuit. “Buen viaje chicas”, les han
deseado desde esta entidad. Junto al mensaje, han colgado un vídeo en el que se
podía ver a cientos de grullas alzando el vuelo y llenando el cielo de la
laguna.
Unas horas antes, este centro de interpretación
publicaba otro mensaje en esta red social en este sentido. “¿Preparadas?”, les
decían a las grullas. “Hoy será una buena jornada de vuelos. Buen viaje”,
continuaba el mensaje.
Los últimos días de migración y la borrasca Juliette
habían hecho que muchos de estos animales, que pasan volando nuestro territorio
en su largo viaje migratorio hacia el norte, no pudiesen continuar y hubiesen
parado en Gallocanta a la espera de una mejora climática. Esta situación ha
generado el interés de diferentes medios de comunicación que se han acercado
durante las últimas jornadas hasta la laguna para mostrar a las grullas
descansando a la espera de un cambio favorable de la situación meteorológica
que les permitiese retomar su viaje.
De hecho, desde el centro de interpretación han sido
testigo de los efectos de las bajas temperaturas en estas aves durante su
estancia en la laguna. Una de ellas es un “comportamiento curioso” de las
grullas que pudieron advertir y que comunicaron también en su cuenta de
Twitter. “Al posarse sobre la nieve a las bajísimas temperaturas que
registramos, las grullas guardaban una de sus patas de nuevo bajo el plumaje. Y
permanecían a la pata coja”, explicaban.
“Y tal y como apuntaba el experto Juan Carlos
Alonso, esto lo hacen para evitar que el agua o humedad de sus extremidades,
cristalice durante el vuelo”, añadía el centro de interpretación en otro tuit,
enfatizando así cómo afecta a estos animales que han tenido que soportar temperaturas
de menos 14 grados.
Los trabajadores del centro llevan alerta varias
jornadas, observando a las aves y dando cuenta de su día a día en la laguna a
través de sus redes sociales. Así, dejaban ver los días de espera que tenían
por delante estos animales debido al frío. “Las grullas no pierden la
esperanza, de salir de viaje, se mantienen agrupadas alertas a los tímidos
rayos de sol que de vez en cuando atraviesan las nubes. La espera será vana.
Les aguarda una noche más en su querida Laguna de Gallocanta, quizá por esta
temporada la última”, escribían hace justo una semana.
Finalmente han sido siete noches más para que el
tiempo permitiese a estas aves retomar su viaje. Este sábado se daban las
condiciones y a primera hora de la mañana se podía ver ya a las aves levantar
el vuelo y emprender su camino de nuevo, como cada final de invierno, para
pasar los meses cálidos del año en zonas más septentrionales de Europa, donde
criarán y desde donde volverán de nuevo en otoño.
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